domingo, 17 de enero de 2016

ADAGIETTO

Apasionante. Así resulta trabajar con la luz, la fotografía. 

Tan bueno como dedicar un cuarto de hora a escuchar concentradamente este fragmento de la 5ª de Mahler (https://www.youtube.com/watch?v=yjz2TvC2TT4).

Tal y como la música puede llegar a concentrar en unos pocos y delicados momentos toda una gama de sensaciones y sentimentos, también la fotografía puede llegar a hacerlo. Creo que todas las disciplinas artísticas consisten en eso, capturar emociones y transmitirlas. Transmitir sentimientos, sensaciones, pensamientos, etc. es transmitir conocimiento. Sin la transmisión no se entendería la cultura.

Un simple bodegón como el que muestro, puede que no signifique nada para la mayoría de los observadores, pero sin embargo también puede que estimule alguna neurona recóndita en algún cerebro que haga producir una sensación, un estado de ánimo, un sentimiento, un pensamiento en definitiva, que lleve al espectador a un efímero instante de éxtasis contemplativo donde la belleza haya ocupado una pequeña porción de su vida. Esto ya sería todo un logro.

No quiero enfrascarme en custiones técnicas sobre la fotografía. Entiendo que la técnica es algo que hay que dominar. Estoy en ello y cada día aprendo algo nuevo, y soy consciente, además, que es más lo que me queda por aprender que lo que ya sé. Es como el dominio de un instrumento musical. Hay que entenderlo, concocer sus posibilidades y sus limitaciones, y a partir de ahí, crear.



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